Cómo trabajamos
El abordaje terapéutico de Vitaliza incluye tres fases, una inicial de Valoración, una intermedia de Regulación y Estabilización, y una fase final de Integración.
Fase 01
Valoración
Cualquier estrategia terapéutica se basa en una correcta evaluación del problema. En este sentido Vitaliza utiliza las últimas herramientas neuropsicológicas y psicométricas para una valoración exhaustiva y precisa del problema a abordar. Este análisis incluye, entrevista personalizada con el cliente, o con los padres en el caso de niños, mapeos cerebrales (QEEG), test psicométricos, pruebas de neurodesarrollo, etc.
Fase 02
Regulación
/Estabilización
En esta segunda fase, queremos recuperar el equilibrio perdido, que nuestro cerebro recobre su capacidad innata de regulación para que pueda afrontar el día a día sin verse desbordado. Para ello nos apoyamos en terapias como el Biofeedback y Neurofeedback, una forma de psicofisiología aplicada que permite entrenar al Sistema nervioso y al cerebro mediante la intervención directa sobre la actividad fisiológica y neurofisiológica, regulándola.
En cualquier caso, el objetivo es potenciar y desarrollar la capacidad que tiene el cerebro de ser consciente de sí mismo, permitiendo que la persona recupere un estado mental óptimo para el afrontamiento en profundidad de su problema.
Fase 03
Integración
Una vez conseguida la regulación, que facilita esa visión de la realidad y que propicia el darnos cuenta de nuestros funcionamientos y que los podamos tolerar, entramos en la fase final de la intervención; el procesamiento y la integración. Para ello nos apoyamos en terapias o abordajes centrados en el reprocesamiento de las vivencias traumáticas, sobre todo y en especial en el EMDR.
El objetivo es que, desde un cerebro regulado y capaz, conectemos con aquellas vivencias dolorosas que permanecen sin resolver en lo más profundo de la mente y volvamos a procesarlas, de manera que el cerebro pueda recuperar e integrar dichas vivencias traumáticas de una manera funcional, evitando así que sigan interfiriendo en nuestro día a día.
Metodologías
Nuestra intervención descansa en un triángulo terapéutico inter complementario, formado por el Neurofeedback, el Mindfulness y el EMDR
Mindfulness terapéutico
Mindfulness o Atención Plena, no es otra cosa que potenciar esta capacidad natural del cerebro de percibirse a sí mismo, y en consecuencia, vivir el momento presente en plenitud. Esta atención plena resulta una herramienta terapéutica imprescindible que impregna todo el hacer de Vitaliza.
"La facultad de dirigir deliberadamente nuestra atención errante, una y otra vez, constituye el fundamento mismo del juicio, el carácter y la voluntad. Nadie puede ser dueño de sí mismo si carece de ella. Cualquier educación que mejore esta facultad será una educación excelente. Pero obviamente, es más sencillo definir este ideal que proporcionar las instrucciones prácticas necesarias para desarrollarla". Willian James, principios de psicología (1890).
Desde los albores de la psicología, la capacidad de la mente del ser humano para reflexionar sobre sí misma, de centrarse en su propia actividad y así poder sintonizar con los estados emocionales y los pensamientos que discurren en nuestro interior ha estado en el centro del debate entre psicólogos y ha sido la clave en todos los modelos de abordaje psicoterapéutico y de crecimiento personal.
Por otro lado, desde mundos tan alejados de la reflexión psicológica como pueden ser muchas escuelas de meditación oriental, sobre todo dentro del budismo, el desarrollo de esta capacidad de autoconsciencia en el ser humano ha sido la piedra angular de su conocimiento.
Bio / Neurofeedback
"Imagínate un procedimiento sencillo, versátil, capaz de tratar la epilepsia, el déficit de atención, la ansiedad, las adicciones, la depresión… Sin fármacos, cirugía, ni efectos secundarios, a la vez que mejora el rendimiento de un jugador de golf o la voz de una cantante de ópera".
Jim Robbins, periodista de la sección de ciencia del The New York Times, habla así del Neurofeedback en su libro 'A Simphony in the Brain'
A diferencia de lo que se creía anteriormente, la investigación más reciente, ha demostrado que el cerebro es extraordinariamente plástico y capaz de regenerarse a sí mismo. Es el órgano más adaptable de nuestro sistema. Por lo tanto, hoy podemos afirmar que "el cerebro puede entrenarse".
Todo nuestro equipo de psicólogos cuenta con una amplia formación y experiencia en el uso clínico del neurofeedback. El neurofeedback es un tipo de biofeedback que actúa directamente sobre la función cerebral. Consiste en un registro de la actividad eléctrica cerebral (electroencefalograma). La señal del electroencefalograma, una vez analizada digitalmente, nos permite observar la actividad general del cerebro y nos proporciona datos sobre el funcionamiento y las conexiones entre las distintas áreas cerebrales.
El neurofeedback nos permite, mediante el procesamiento de las señales eléctricas del encefalograma, diseñar programas de tratamiento individualizado, reforzando determinados tipos de actividad e inhibiendo otros.
El procedimiento es sencillo. Nuestros psicólogos observan cómo está funcionando el cerebro de la persona en un momento determinado. La persona mira, sentada cómodamente, una pantalla donde ve imágenes en movimiento y/o escucha diferentes sonidos. Estas imágenes o sonidos irán cambiando (a modo de premio o refuerzo) en la medida en que el cerebro de la persona esté produciendo amplitudes y/o frecuencias de onda cerebral concretas. De este modo, la persona aprende a utilizar su cerebro de forma más eficiente.
Con neurofeedback tratamos de abordar aquellos problemas que tienen que ver con desregulaciones en la actividad cortical; trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, trastornos de conducta, problemas de sueño, dificultades de aprendizaje, etc.
Así mismo, la Sociedad Americana de Pediatría ha reconocido desde 2011 el neurofeedback como uno de los tratamientos recomendados para el TDAH, colocándolo al mismo nivel que los medicamentos estimulantes, que hasta entonces eran considerados el tratamiento de elección.
EMDR
"El cerebro emocional posee mecanismos naturales de autocuración; se trata de capacidades innatas que recuperan el equilibrio y el bienestar comparables a otros mecanismos de autocuración como la cicatrización de una herida o la eliminación de una infección. Las terapias que pasan por el cuerpo se aprovechan de estos mecanismos".
David Servan-Schreider Curación Emocional.
EMDR es un enfoque psicoterapéutico integrador que tiene como modelo y guía para la conceptualización del tratamiento el Procesamiento Adaptativo de la Información (PAI).
El trabajo de nuestros psicólogos especialistas en EMDR se basa en la comprensión del efecto de las experiencias vitales adversas y traumáticas sobre la patología y en el procesamiento de dichas experiencias a través de procedimientos estructurados que incluyen movimientos oculares u otras formas de estimulación bilateral. La terapia EMDR está avalada por la Organización Mundial de la Salud y las Guías Clínicas Internacionales para el tratamiento del trauma.
EMDR es un abordaje centrado en el paciente que permite que nuestros psicólogos estimulen los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto. Pone en marcha el sistema de procesamiento de la información. El modelo EMDR pone el énfasis sobre la activación fisiológica que acompaña a las sensaciones, emociones y creencias negativas que subyacen a los síntomas que perturban al paciente.
EMDR es un modelo psicoterapéutico efectivo probado científicamente y usado por distintos países como abordaje de elección para distintos tratamientos. Así, ha sido reconocido como tratamiento eficaz para el TEPT (trastorno de estrés postraumático) por la APA (Asociación Americana de Psicología).
Igualmente, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que "tanto la terapia cognitivo conductual (TCC) individual o de grupo, como el EMDR o la gestión del estrés deben ser considerados como terapias eficaces para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT) en adultos".
Países como Reino Unido, Irlanda del Norte, Holanda, Francia han declarado el EMDR, junto con la terapia cognitivo conductual, como abordaje de elección para el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).